Читать онлайн книгу "Jamás Tocada"

JamГЎs Tocada
Dakota Willink


Un verano. Un toque… De la autora de best-sellers de Amazon, Dakota Willink, llega el primer libro del dúo Cadence, un romance de segunda oportunidad que te dejará sin aliento. Cadence Ayudar a mis padres a dirigir el Campamento Riley era mi prioridad número uno. No tenía tiempo para Fitz Quinn, no importaba lo potente que fuera su sonrisa. Era el hijo mimado de un político pudiente; un magnífico alborotador con una actitud arrogante. Pero en el momento en que me habló, supe que estaba fuera de mi alcance. Mi corazón me advirtió, pero por supuesto no lo escuché. Había algo protector y bueno bajo el exterior de chico malo que hacía que mi interior se agitara. Antes de que me diera cuenta, estaba cayendo duro y veloz. Fitz No estaba preparado para conocer a una chica como Cadence. Era tímida e inocente, y nada como las chicas que solían venir en tropel a mi puerta. ¿Cómo podría resistirme a su cabello rubio de una milla de largo y sus ojos esmeralda? Sabía que no debía quererla. Mi padre ya tenía otros planes para mí y una relación con ella no podía ir más allá del verano. Creía que nuestros besos robados junto al lago eran sólo una aventura de verano. Enamorarse de ella no debió haber ocurrido. Pero sucedió. Ahora el reloj está en cuenta regresiva hasta que tenga que volver al infierno que me espera en Washington D.C. A medida que se acerca septiembre, me acerco cada vez más a perder todo lo que he llegado a amar.





Dakota Willink

JamГЎs Tocada




JAMГЃS TOCADA




DAKOTA WILLINK




Traducido por ELIZABETH GARAY




DRAGONFLY INK PUBLISHING






This book is an original publication of Dakota Willink, LLC




Copyright В© 2019 by Dakota Willink


All Rights Reserved.




De acuerdo con la Ley de Derechos de Autor de los Estados Unidos de 1976, ninguna parte de este libro puede ser reproducida, escaneada o distribuida en forma impresa o electrГіnica sin el permiso del editor. No participe ni fomente la piraterГ­a ilegal de materiales con derechos de autor en violaciГіn de la propiedad intelectual del autor.




Library of Congress Cataloging-in-Publication Data


Paperback ISBN: 978-0-9971603-7-6


Cadence Untouched | Copyright В© 2019 by Dakota Willink | Pending




Esta es una obra de ficciГіn. Los nombres, los personajes, los lugares y los incidentes son producto de la imaginaciГіn del autor o se usan de manera ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, establecimientos comerciales, eventos o lugares es totalmente coincidente.




Cover design by Dragonfly Ink Publishing


Copyright В© 2019




PARTE 1


“Ni siquiera el futuro más brillante puede compensar el hecho de que ningún camino conduce a lo que vino antes, a la inocencia de la infancia o a la primera vez que nos enamoramos”.

    – Jo Nesbo




PRГ“LOGO



Washington, D.C.


Hace 16 aГ±os

La lluvia atravesaba el cielo nocturno, el viento feroz provocaba que las gotas de agua golpearan las ventanas con un furioso impulso. La tormenta era una fuerza de la naturaleza, una lo suficientemente fuerte como para igualar el dolor que azotaba mi cuerpo. En agonГ­a, gritГ©, mi grito era mГЎs fuerte que el trueno que retumbaba en el exterior.

Voces clamaban a mi alrededor, haciendo un sonido como eco distante en mi mente. No sabГ­a si era porque no podГ­a escucharlos, o si era simplemente, que no querГ­a hacerlo. El olor a antisГ©ptico era penetrante en el aire, pero apenas lo olГ­a. Solo podГ­a concentrarme en el dolor. El dolor en mi corazГіn. En mi cuerpo. No podГ­a decidir dГіnde me dolГ­a mГЎs. Solo sabГ­a que me dolГ­a todo el fuego que me azotaba.

GemГ­a en la desgracia mientras estallaba mГЎs calor fundiГ©ndose dentro de mГ­, el dolor era tan intenso que pensГ© que podrГ­a partirme en dos. Una necesidad inexplicable de escapar me invadiГі. SabГ­a que llegarГ­a este dГ­a, pero no sabГ­a si podrГ­a soportarlo por mucho mГЎs tiempo. Las lГЎgrimas nublaron mi visiГіn, difuminando las formas en toda la brillante habitaciГіn blanca, mientras una descarga de preguntas corrГ­a por mi mente.

ВїCuГЎndo acabarГ­a? ВїQuГ© pasarГ­a cuando todo terminara? ВїPodrГ­a pasar cada dГ­a enfrentando el recuerdo de algo que nunca podrГ­a tener?

Las preguntas me aterraban, y fueron las que jugaron en mi mente durante la mayor parte del aГ±o. No sabГ­a si querГ­a hacer esto. No sabГ­a si podrГ­a hacer esto. QuerГ­a creer que podrГ­a sobrevivir, pero no estaba segura de tener la fuerza para superarlo. En algГєn lugar de mi mente, sabГ­a que la agonГ­a fГ­sica era solo temporal. Pero tambiГ©n sabГ­a que el tormento en mi corazГіn nunca se desvanecerГ­a.

Los cuchillos que me desgarraban la espalda y el abdomen parecГ­an haber desaparecido, permitiГ©ndome un momento para recordar el dГ­a en que descubrГ­ mi destino. HabГ­a intentado correr. Esa noche era parecida a la actual con lluvia torrencial, relГЎmpagos salpicando el cielo nocturno ennegrecido.

HabГ­a vuelto a casa y empaquГ© mis cosas con furia, sin prestar mucha atenciГіn a lo que estaba haciendo. RecordГ© cГіmo me esforcГ© por amortiguar el sonido de mis sollozos mientras tiraba el contenido de mi tocador en una maleta, rezando por haber recordado empacar lo importante en mi estado angustiado. Hubo un crujido en las tablas del piso de la vieja casa victoriana en la que vivГ­a. El sonido hizo que me sobresaltara.

Al levantar la vista de mi maleta, vi a mi madre parada en el marco de la puerta de madera de mi habitaciГіn. Me acordГ© de lo amables y comprensivos que eran sus ojos. Cuando me hablГі, casi me estrujГі el sonido, su voz me tranquilizГі en mi momento mГЎs oscuro.

"SГ© por quГ© estГЎs tratando de irte, Cadence", habГ­a dicho. "No tienes que huir. Lo superaremos juntas y como familia. Vamos. Limpia esas lГЎgrimas. Hay una buena tormenta afuera. Por lo que parece, San Pedro estГЎ teniendo un buen juego de bolos con los ГЎngeles. ВїQuГ© tal si nos sentamos en el porche trasero y disfrutamos del espectГЎculo?".

ForcГ© a mi mente a concentrarse en el presente y mirГ© a la mujer que estaba junto a mi cuerpo debilitado. Mi madre. Mi Гєnica constante y siempre mi apoyo. Las lГЎgrimas nadaban en sus ojos y sentГ­ que mi tristeza aumentaba. Estaba consumida por la pГ©rdida y el arrepentimiento. Nunca quise decepcionarla. Aunque me asegurГі que no lo habГ­a hecho, nunca pude deshacerme de la capa de vergГјenza que cargaba dГ­a tras dГ­a.

El trueno retumbaba nuevamente afuera, haciendo que las ventanas vibraran. Mi corazГіn se contrajo. Hoy, San Pedro no estaba jugando bolos con los ГЎngeles. No. Esta tormenta era una muestra de la ira de Dios. A pesar del fuerte frente de mi madre, sabГ­a que la habГ­a destruido. Este dolor era mi castigo.

DejГ© caer la cabeza entre mis hombros y me tensГ© cuando un nuevo tipo de quemadura me atravesГі. Las ardientes llamas habГ­an vuelto, vivas y mГЎs fuertes que antes. Mi cuerpo se atormentaba con sollozos, temblando hasta que sentГ­ que no podГ­a soportarlo mГЎs. MirГ© de nuevo a la mujer que significaba todo para mГ­. Sus ojos, de un verde vibrante que combinaba con los mГ­os, estaban llenos de preocupaciГіn. Pero tambiГ©n estaban llenos de fuerza. TratГ© de recurrir a cada susurro de aliento que me daba, necesitando escuchar sus palabras para superar este sufrimiento. QuizГЎs era egoГ­sta. No merecГ­a aprovecharme de su fuerza, pero no sabГ­a si podrГ­a continuar sin ella.

La mano de mi madre acariciГі la parte superior de mi cabeza, una y otra vez, calmando mis lГЎgrimas. Fue entonces, en el silencio, que lo escuchГ©. El sonido era como la mГЎs hermosa mГєsica de calГ­ope, una melodГ­a poderosa que hacГ­a desaparecer todo el dolor y la tortura.

Y de repente … estaba libre.




1



Abingdon, Virginia


Hace 17 aГ±os


FITZ

Miré por la ventana el paisaje que pasaba. Campo tras campo. Granero tras granero. Parecía que habían pasado horas desde que habíamos salido de la interestatal. El último escaparate de tienda estaba al menos diez millas atrás, si es que uno podía llamarlo una tienda. Era más como un destartalado minimercado con un par de anticuadas bombas de gasolina al frente. Cualquier signo de civilización parecía desvanecerse cada vez más con cada kilómetro que recorría el �gran queso’. Y sí, en eso estaba. En un gran autobús color queso amarillo.

FruncГ­ el ceГ±o, todavГ­a enojado con mi padre por elegir este pedazo de basura como mi medio de transporte a la tierra de nadie. TambiГ©n hacГ­a mГЎs calor que las llamas del infierno en esta cosa olvidada. SegГєn el conductor del autobГєs, el aire acondicionado estaba descompuesto.

Mi padre me trataba como si volviera a la escuela primaria, no como alguien que acababa de completar su cuarto aГ±o en la Universidad de Georgetown. No se me permitГ­a traer aquГ­ mi propio automГіvil, ni podГ­a arreglar un servicio de taxi. Esas eran sus reglas. Siempre se trataba de sus reglas, y piedad a cualquier alma que intentara desafiarlo. Eso me incluГ­a.

"ВЎOye, Fitz! ВЎMira, hombre!".

Me girГ© para mirar en direcciГіn a mi amigo, Devon Wilkshire, mi compaГ±ero en el crimen que se habГ­a metido conmigo en este lГ­o. HabГ­a estado encorvado en el asiento frente a mГ­ durante la mayor parte del viaje. Ahora estaba recto y mirando por la sucia ventana del autobГєs.

"ВїQuГ©? ВїMГЎs vacas?". SoltГ© irritado.

Devon se echГі a reГ­r y golpeГі con el dedo el cristal.

"En serio, mira", insistiГі.

MirГ© por encima de su hombro justo cuando el gran queso se detuvo. El letrero para Camp Riley apareciГі, una gran tabla de madera con letras doradas pintadas. SГ­mbolos para diversas artes escГ©nicas y creativas decoraban el letrero: notas musicales, pinceles, zapatillas de ballet, mГЎscaras de teatro.

Simplemente fantГЎstico.

Puse los ojos en blanco y un nudo de temor se formГі en mis entraГ±as. PГЎsame una pelota de bГЎsquetbol y estarГ­a en mi elemento. No me llamarГ­a un deportista. De hecho, no habГ­a jugado mucho desde el bachillerato, pero podГ­a entender cualquier deporte mejor que esta basura artГ­stica. Lo detestaba y mi padre lo sabГ­a; sin embargo, actualmente estaba en sus manos. Los siguientes tres meses iban a ser muy malos.

"Mierda, Sherlock. DespuГ©s de todo, el campamento es nuestro destino previsto", dije sarcГЎsticamente.

"No, tonto", respondiГі Devon. "No el campamento. Las chicas. EstГЎn por todas partes".

Levantando una ceja, dejГ© que la curiosidad se apoderara de mГ­ y me puse de pie para cruzar el pasillo para poder ver mГЎs de cerca. Efectivamente, habГ­a chicas. Y muchas de ellas tambiГ©n. Por lo que parecГ­a, salГ­an de un autobГєs diferente que estaba estacionado frente al nuestro.

EchГ© un vistazo a los pasajeros en mi autobГєs. Un grupo de chicos de bachillerato, de aspecto cerebritos y sudorosos deambulaban por allГ­. Algunos estaban agarrando cajas de instrumentos voluminosos, con expresiones llenas de emociГіn, cuando notaron nuestra llegada. Otros estaban absortos en sus dispositivos Game Boy Advance, una consola de juegos portГЎtil en la que nunca me involucrГ© realmente, y no parecГ­an notar que el autobГєs habГ­a dejado de moverse. HabГ­a algunos tipos sentados atrГЎs que parecГ­an tener edad universitaria. Probablemente estaban aquГ­ para trabajar en el campamento, al igual que Devon y yo.

De cualquier manera, mirando la patГ©tica fiesta de chicos a mi alrededor, no pude evitar desear haberme subido al campamento en ese otro autobГєs.

GirГЎndome para mirar por la ventana otra vez, sacudГ­ la cabeza y soltГ© un silbido. Si me quedara atrapado aquГ­, tambiГ©n podrГ­a sacar el mГЎximo provecho. DespuГ©s de todo, podrГ­a divertirme un poco en este infierno, pero tendrГ­a que ser cauteloso. Estaba bastante seguro de que mi padre recibirГ­a informes periГіdicos. Tan solo ese era su estilo. SerГ­a lo mejor para mГ­ estar fuera del radar de los oficiales del campamento.

"Se ven un poco jГіvenes", observГ©.

"No todas ellas. Mira hacia allГЎ", dijo Devon y seГ±alГі a la derecha de la creciente multitud. Efectivamente, otro grupo de mujeres se habГ­a reunido, claramente lo suficientemente mayores para Devon y para mГ­.

"Hay bastantes de ellas. Apuesto a que estГЎn aquГ­ para enseГ±ar o alguna otra mierda como esa. Tal vez este castigo no sea tan malo despuГ©s de todo", bromeГ©.

"ВЎEso es seguro! Creo que voy a tratar de encontrarme una flautista", anunciГі Devon.

"ВїUna flautista? ВїPor quГ©?".

Devon sonriГі y golpeГі levemente mi hombro.

"Porque este lugar es en parte un campamento banda. Quiero ver si las músicas son realmente como en esa película que vimos el año pasado. Conoces la frase. Esa vez, en el campamento de la banda …".

SoltГ© una carcajada por su referencia a American Pie, aunque dudaba mucho que alguna chica aquГ­ fuera como la de la pelГ­cula. Incluso desde mi posiciГіn en el autobГєs, las chicas que parecГ­an ser de nuestra edad parecГ­an demasiado estiradas con su ropa lujosa y sus actitudes majestuosas. AГєn asГ­, le devolvГ­ la sonrisa y pensГ© en las posibilidades mientras mi mirada seguГ­a explorando la multitud de mujeres. La mayorГ­a de ellas tenГ­an buena apariencia, algunas mГЎs bonitas que otras. TendrГ­amos que tener cuidado. Separar a las instructoras de las estudiantes podГ­a ser complicado hasta que tuviГ©ramos una mejor idea del lugar. Lo Гєltimo que Devon y yo necesitГЎbamos era meternos en problemas por acostarnos accidentalmente con una menor. Ya tenГ­amos suficientes problemas sobre nosotros.

"Mira, hombre. Hagas lo que hagas, solo asegГєrate de que sea legal", le dije a Devon.

"SГ­, no bromeo. No me involucrarГ© con esa mierda".

Mi atenciГіn aterrizГі en la multitud sobre una chica en particular. Ella no parecГ­a ser una reciГ©n llegada. Se puso de pie con una carpeta en una mano y un lГЎpiz en la otra, seГ±alando en varias direcciones, en un intento de organizar la masa de risas adolescentes.

Ella era guapa. Muy bonita, pero no de una manera artificial, como estaba acostumbrado a verlo. Esta chica parecГ­a natural. Real.

Mis ojos recorrieron la longitud de su pequeГ±o cuerpo. No era alta, parecГ­a tener solo unos centГ­metros mГЎs de los cinco pies. Normalmente, me gustaba el tipo alto y de piernas largas, pero habГ­a algo en la forma en que sus piernas bien formadas desaparecГ­an bajo sus cortos jeans. Su camiseta blanca estaba ajustada, acentuando sus pequeГ±os y redondos senos, y estaba anudada en la cintura para revelar el ГЎrea mГЎs pequeГ±a de piel justo debajo de su ombligo. Su cabello rubio, la razГіn por la que llamГі mi atenciГіn en primer lugar, caГ­a en suaves ondas sobre sus hombros. El color solo podГ­a describirse como dorado, como si su color natural fuera un marrГіn claro que se habГ­a convertido en oro hilado por el beso de la luz del sol.

"Esa", le dije a Devon y seГ±alГ©.

"ВїCuГЎl?".

"La rubia con la carpeta. La pido para mГ­".

Devon mirГі hacia donde seГ±alaba. AsintiГі lentamente en aprecio.

“¡Bonito hallazgo! Diría que es hora de que dejemos este queso apestoso, Fitz. Las damas están esperando".

"SГ­, seguro que lo estГЎn", me reГ­ entre dientes y agarrГ© mi bolso de lona azul marino. Tirando la correa sobre mi hombro, me dirigГ­ hacia la parte delantera del autobГєs.

"Disfruten su estadГ­a en Camp Riley", dijo alegremente el conductor del autobГєs.

SГ­, claro.

El conductor obviamente pensaba que estaba aquГ­ por elecciГіn. MurmurГ© una especie de agradecimiento a medias y bajГ© las escaleras. Tan pronto como mis pies tocaron el camino de grava, el calor y la humedad me golpearon. HabГ­a una brisa sutil en el aire, pero incluso eso era caluroso. Si pensaba que me estaba quemando en el autobГєs, estaba tristemente equivocado. El aire veraniego en el remoto campo de Abingdon, Virginia, era sofocante.

ParpadeГ© por el repentino baГ±o de la luz solar y me quitГ© las gafas de sol de la parte superior de mi cabeza para protegerme los ojos. Me di la vuelta para esperar a Devon, pero Г©l ya estaba charlando con una de las chicas que habГ­amos supuesto estaban entre las instructoras. SonreГ­ cuando vi que sostenГ­a lo que solo podГ­a describirse como un estuche de flauta.

DejГЎndolo, me di la vuelta y comencГ© a navegar a travГ©s del mar de personas esperando instrucciones. Mi vista estaba puesta en mi rubia con la carpeta. Bueno, tГ©cnicamente ella no era mГ­a, todavГ­a, pero lo serГ­a. Ella simplemente no lo sabГ­a.

Al acercarme, me di cuenta de que estaba gritando los nombres de forma continua, marcando a los que respondГ­an, dirigiГ©ndolos a diferentes ГЎreas del campamento. Su voz era dulce, pero aГєn tenГ­a un aire de mando. No pareciГі notarme cuando me acerquГ© a ella. Estaba demasiado absorta en su lista.

Mi estimaciГіn original de su altura era precisa. Ahora que estaba parada directamente frente a ella, supuse que no tendrГ­a mГЎs de cinco pies y dos pulgadas de altura, diminuta, pequeГ±a y perfecta. Di un paso mГЎs y mirГ© su carpeta. Cuando me inclinГ©, su aroma flotГі hacia mГ­. OlГ­a a dulce vainilla, y casi gemГ­.

Claro que sГ­.

Antes de que terminara la semana, esta chica definitivamente serГ­a toda mГ­a.

"ВїQue hay de mГ­? TodavГ­a no has llamado mi nombre", le dije, sonando tan seguro como me sentГ­a.

LevantГі la vista al escuchar mi voz, arqueando una de sus cejas con sorpresa. Brillantes ojos verdes se encontraron con los mГ­os, y contuve el aliento. TenГ­an forma almendrada, exГіticos, vibrantes e inesperadamente desarmaban a uno. Sus labios se fruncГ­an en lo que solo podrГ­a describirse como un corazГіn perfecto. Eran exuberantes y llenos, con una fina capa de brillo que les daba un tono sutil.

Dios me ayude, ni siquiera sabГ­a el nombre de esta chica, pero no querГ­a nada mГЎs que inclinarme y morder ese labio inferior carnoso.

Sus ojos estaban concentrados mientras me miraba y una energГ­a desconocida pasГі entre nosotros. Algo brillГі en esos profundos charcos de verde, pero no tuve la oportunidad de descubrir quГ© era. Para mi decepciГіn, ella apartГі la vista demasiado rГЎpido y mirГі detrГЎs de mГ­.

"Demonios. Se suponГ­a que ese autobГєs no aparecerГ­a por otros veinte minutos", dijo irritada y sacudiГі la cabeza. Sin perder el ritmo, pasГі una pГЎgina en su carpeta. "Nombre por favor".

Devon se acercГі a mГ­ y yo mirГ© en su direcciГіn. Estaba sonriendo de oreja a oreja. Supongo que ya habГ­a logrado hacer planes con la flautista. CambiГ© mi bolso a mi otro hombro y me balanceГ© sobre mis talones.

"Fitzgerald Quinn", le dije a la bonita rubia. "Pero tГє, cariГ±o, puedes llamarme Fitz".

"Todos te llaman Fitz", dijo Devon en un tono sarcГЎstico. Lo golpeГ© en las costillas con el codo.

Ella nos ignorГі y pasГі el lГЎpiz por la longitud de la lista. Al detenerse cerca del fondo, levantГі la vista sorprendida. Sus ojos se movieron de un lado a otro entre Devon y yo.

"Fitzgerald Quinn. Y tГє debes ser Devon Wilkshire", dijo con el ceГ±o fruncido.

"El Гєnico", respondiГі, y luego se inclinГі por la cintura en una reverencia exagerada. Cuando volviГі a ponerse de pie, su boca se inclinГі en una sonrisa torcida y le guiГ±Гі un ojo.

EstГєpido.

Estaba coqueteando y me estaba enojando. Ya habГ­a apartado para mГ­ a esta chica.

"SГ­, sГ© quienes son ustedes dos. Los dos pueden sentarse allГ­", dijo y seГ±alГі una banca de madera que se encontraba entre dos grandes robles.

"ВїPor quГ© no me dejas quedarme aquГ­ y ayudarte? Cuanto antes organicemos a estos chicos, mГЎs pronto podrГЎs darme un recorrido privado por este lugar", le ofrecГ­, guiГ±ando un ojo sugestivamente. TratГ© de parecer seguro, pero, sorprendentemente, mis palabras salieron temblorosas. PatГ©ticas. Casi nervioso.

ВїQuГ© demonios?

A los veintidГіs aГ±os, este no era mi primer intento de una frase para ligar. Mi encanto acumulado siempre salГ­a natural. Sin embargo, esta chica me hacГ­a sentir como si volviera a la secundaria. Intentando sacudirme los nervios, puse una mano sobre su antebrazo, justo debajo de su codo, y permitГ­ que mis dedos bailaran ligeramente sobre su piel suave.

BajГі la mirada hacia mi mano, su hermoso rostro formaba una mueca. ParecГ­a francamente irritada. Una leve brisa subiГі y le revolviГі el pelo, haciendo que le cruzara la cara y le tapara los ojos. No me gustГі la obstrucciГіn. QuerГ­a mirar esos ojos brillantes, perderme en el mar verde que hacГ­a juego con el bosque detrГЎs de ella. RequiriГі toda mi contenciГіn para evitar estirar la mano y retirar los mechones de cabello.

ВїQuГ© pasa conmigo?

SalГ­ de cualquier ensueГ±o que estaba teniendo cuando ella liberГі su brazo con evidente desdГ©n. SacudiГі la cabeza, luego colocГі su lГЎpiz entre los dientes. DoblГЎndose ligeramente por la cintura, bajГі su carpeta para asegurarla entre sus rodillas. Al alcanzar su bolsillo trasero, sacГі una banda elГЎstica y se recogiГі el pelo en un moГ±o desordenado en la parte superior de su cabeza.

Y maldita sea. Ese simple acto pudo haber sido la cosa mГЎs sexy que jamГЎs haya visto.

DespuГ©s de parecer satisfecha de que su cabello estaba seguro, tomГі la carpeta y el lГЎpiz una vez mГЎs, entrecerrando sus ojos hacia mГ­.

"Yo me ocupo de esto. No necesito tu ayuda, pero tengo mucho trabajo que hacer", me dijo con su voz llena de desprecio. "Los atenderГ© mГЎs tarde despuГ©s de que resuelva el resto. Los chicos de UNM reciben instrucciones especiales".

ВїUNM?

Me tomГі un segundo o dos entender quГ© querГ­a decir.

"¿Una universidad de California? No somos de California …", empecé a decir confundido, pero ella me interrumpió.

"SГ© de dГіnde son. Por ahora, sean pacientes. Tomen asiento. Los dos", ordenГі con severidad, sus ojos se movГ­an entre Devon y yo.

QuedГ© desconcertado.

ВїQuiГ©n se creГ­a esta chica?ВїY por quГ© pensГі que Devon y yo Г©ramos de California?

Claro, ella sabГ­a mi nombre, pero era obvio que no sabГ­a quiГ©n era yo. Si asГ­ fuera, no me estarГ­a hablando de una manera tan condescendiente. Estaba acostumbrado a que las chicas cayeran sobre mГ­. Devon dijo que no tenГ­a nada que ver con mi buena apariencia, pero sГ­ con mi nombre y situaciГіn. Si tenГ­a razГіn o no, realmente no importaba. Nunca habГ­a experimentado un rechazo tan perceptible como este. Sin embargo, su tono ГЎgil y su actitud de hacerse cargo despertГі algo en mГ­. La querГ­a, como realmente la deseaba, aunque deberГ­a estar molesto por la forma en que me habГ­a rechazado.

"Lo siento, cariГ±o. No captГ© tu nombre", dije, sintiendo de repente una abrumadora obsesiГіn por conocer a esta chica.

"Eso es porque no lo dije. Y para que conste, mi nombre no es cariГ±o", seГ±alГі con naturalidad.

Su mirada era helada. Esta chica era de seguro una fiera. Yo tambiГ©n la estaba regando. Devon se riГі disimuladamente a mi lado, y tuve que luchar contra el impulso de golpear mi codo en sus costillas nuevamente.

"Entonces, ВїcuГЎl es?", preguntГ© con impaciencia.

Ella levantГі la barbilla y entrecerrГі los ojos. ParecГ­a estar contemplando sus palabras antes de que finalmente hablara.

"Es Cadence. Cadence Riley".

EchГ© un vistazo al letrero sobre su cabeza.

Maldito Campamento Riley.

CerrГ© los ojos al darme cuenta de quiГ©n probablemente era ella. Obviamente era demasiado joven para ser dueГ±a de un campamento establecido hace dГ©cadas. MГЎs que probable, ella era la hija o nieta del dueГ±o. Me girГ© para mirar a Devon. Sus ojos estaban llenos de temor, una expresiГіn que estaba seguro coincidГ­a con la mГ­a. De todas las chicas aquГ­, decidГ­ poner mi mirada en esta.

Demasiado para mantenerse fuera del radar.




2



CADENCE

El Гєltimo de los reciГ©n llegados finalmente se habГ­a dispersado, y el camino ahora estaba libre de autobuses y multitudes de personas. A cada miembro del campamento se le habГ­a asignado su alojamiento y se le habГ­a enviado a desempacar sus pertenencias. Ahora, todo lo que me quedaba por hacer era dar instrucciones a los veinte lГ­deres de vivienda, todos los cuales estaban parados frente a mГ­, mirando expectantes.

Al limpiar el ligero brillo de sudor de mi frente con el dorso de mi mano, me tomГ© un minuto para apreciar la vista del valle que se ofrecГ­a desde la carretera. Abingdon era un lugar verdaderamente hermoso y estaba lleno de algunos de mis mejores recuerdos de la infancia. El valle de abajo era un vasto tramo verde, al ras con abundantes pinos y ГЎrboles centenarios. Sin embargo, a pesar de su belleza, hacГ­a demasiado calor para estar bajo el sol abrasador y darles instrucciones a los lГ­deres. Les indiquГ© que mejor me siguieran.

"Como saben, todos han sido elegidos para ser lГ­deres de vivienda para los estudiantes en Camp Riley", comencГ©. "Tengo instrucciones para ustedes, pero creo que todos podrГ­amos tener un descanso de este calor. Vayamos al SalГіn del Creador, donde hay aire acondicionado".

Me volvГ­ hacia el camino de grava que conducГ­a al campamento y comencГ© a caminar. Una vez que llegamos al dosel sombreado de los altos robles y pinos, el alivio del sol abrasador fue instantГЎneo. No era inusual que Virginia experimentara intensas oleadas de calor durante los meses de verano, pero noventa y cuatro grados eran un poco extremos para mediados de junio.

"Disculpa, pero Вїeso nos incluye a nosotros? No estoy seguro de si fuimos asignados para ser lГ­deres de vivienda ", dijo una voz baja a un lado.

Lentamente volvГ­ la cabeza hacia la izquierda. Fitz, el chico de la fraternidad nГєmero uno, se dirigГ­a a mГ­. El chico de la fraternidad nГєmero dos, Devon, solo estaba sentado allГ­ con una sonrisa estГєpida en su rostro. SacudГ­ mi cabeza, sin saber quГ© hacer con la pareja. La pregunta de Fitz fue cortГ©s y bien hablada, y fue justa. No habГ­a forma de que supieran cuГЎles serГ­an sus asignaciones de trabajo porque aГєn no lo habГ­a decidido. Mis padres me habГ­an dicho que los empleara segГєn fuera necesario.

VolvГ­ a mirar a Fitz e intentГ© ser indiferente a la forma en que los mГєsculos de sus hombros se contraГ­an cuando se levantГі de la banca donde habГ­a estado sentado. Su camiseta lo abrazaba de una manera que decГ­a que abajo, habГ­a mГєsculos duros y ondulantes y piel tensa. TratГ© de ignorar esa mandГ­bula cincelada, sГ­, cincelada, como si fuera mГЎrmol esculpido. Sus prominentes pГіmulos pertenecГ­an a la portada de una revista de moda.

Sin embargo, mi intento de ignorar los seis pies de esa belleza natural fue inГєtil. Por segunda vez desde que conocГ­ a Fitzgerald Quinn, las mariposas bailaban en mi estГіmago.

La primera llegada de esos aleteos no deseados llegГі cuando rozГі suavemente sus dedos sobre la piel de mi antebrazo. Su sonrisa habГ­a sido amplia con un exceso de ternura y magnetismo. La combinaciГіn causГі una sacudida de electricidad que me golpeГі, provocando lo que solo podrГ­a describirse como fuego en todo mi interior. Me hubiera aterrorizado si hubiera bajado su mano mГЎs cerca de mi muГ±eca, hubiera podido sentir el rГЎpido latido de mi pulso.

No sabía por qué me molestaba tanto. Los sentimientos que suscitaba eran desconocidos y extraños. Después de todo, tan solo era otro chico tonto. De acuerdo… un tonto extremadamente atractivo, pero me encontré sacando una página del libro de jugadas de actuación de mi madre para ocultar la reacción de mi cuerpo hacia él. Era mejor mantener todo ese encanto de chico malo lejos de mí.

Esta era la primera vez que mis padres me ponГ­an a cargo del DГ­a de Bienvenida en el campamento, y no querГ­a estropearlo. Cuando me dijeron que iba a haber alborotadores en mi camino, hice mi investigaciГіn. Fitzgerald Quinn era hijo de un polГ­tico exitoso y muy rico. Devon Wilkshire era heredero de una compaГ±Г­a Fortune 500. Desde escuelas privadas hasta un Ivy League College, ambos habГ­an nacido con cucharas de plata en la boca. No era inusual que los estudiantes e instructores en el Campamento Riley vinieran de familias de dinero y prestigio. Sin embargo, estos dos muchachos recientemente se habГ­an metido en problemas por una cosa u otra, simplemente no estaba segura. Solo sabГ­a que no necesitaba ese tipo de distracciГіn en este momento.

Teniendo eso en mente, decidГ­ el trabajo perfecto para ellos. Los asignarГ­a a un lugar donde rara vez se cruzarГ­an conmigo, pero lo mГЎs importante, a un lugar donde no me cruzarГ­a con Fitz.

Ignorando el hecho de que aГєn podГ­a sentir el chisporroteo desde donde su mano me habГ­a tocado, presentГ© una cara de pГіker y respondГ­ a su pregunta.

"Ustedes no son lГ­deres de vivienda, pero tengo tareas para ustedes. DespuГ©s de darles a los lГ­deres sus instrucciones, les darГ© las suyas".

Estaba segura de que ninguno de estos chicos ricos habГ­a esperado nada antes en sus vidas. Pensaba que serГ­a bueno para ellos tener que esperar un poco mГЎs. Necesitaban saber quiГ©n estaba a cargo por aquГ­. AdemГЎs, si conocГ­an su lugar desde el principio, tal vez podrГ­a evitar que Fitz me afectara mГЎs.

Me volvГ­ hacia los robles antiguos que bordeaban el largo camino de grava. Sus extremidades cubiertas de musgo se arqueaban sobre nosotros mientras caminГЎbamos, protegiГ©ndonos del sol sofocante. Completamos la corta caminata y entramos en el SalГіn del Creador. Al acercarme a una de las largas mesas de la cafeterГ­a, me frotГ© el sudor de la nuca. RespirГ© hondo, tomГЎndome un minuto para apreciar el aire acondicionado frГ­o. SabГ­a que no estarГ­a aquГ­ por mucho tiempo. VolviГ©ndome para enfrentar a las personas que ayudarГ­an a inspirar a las mentes jГіvenes creativas este verano, hice un gesto hacia el salГіn a mi alrededor.

"Bienvenidos al vigГ©simo quinto verano en el Campamento Riley. Algunos de ustedes son instructores que regresan, algunos son nuevos en el campamento. Para aquellos de ustedes que no me conocen, mi nombre es Cadence Riley. Mis padres son los fundadores del campamento". Me detuve cuando escuchГ© un resoplido. MirГ© a la parte de atrГЎs del grupo. El compaГ±ero de Fitz obviamente pensaba que algo era gracioso. "ВїTiene alguna pregunta, seГ±or Wilkshire?".

Devon en realidad tuvo la decencia de parecer avergonzado, antes de murmurar algo que sonГі como, "No, seГ±ora".

Volviendo mi atenciГіn al resto del grupo, intentГ© no mostrar mi irritaciГіn y continuГ©.

“El Salón del Creador es el principal para todas las viviendas en el terreno. Esta área del salón es la cafetería donde todas las comidas se sirven tanto a los estudiantes como al personal. En caso de que alguien necesite atención médica, también se encuentra una pequeña enfermería en este edificio. Los terrenos se dividen en cuatro secciones: música, artes visuales, danza y teatro. Cada sección tiene cinco cabañas que sirven como viviendas de verano para nuestros estudiantes. Estas cabañas tendrán entre ocho y diez estudiantes. Desde la salida del sol hasta que se apaguen las luces, son su responsabilidad. Cada uno de ustedes ha sido asignado como líder a una cabaña que coincide con su área de especialización. Como algunos de ustedes ya saben, el Campamento Riley solía ser un pequeño pueblo minero, pero fue abandonado durante La Gran Depresión. Si bien las cabañas han sido restauradas para incluir tuberías modernas, no hay suficientes duchas para todos. Siendo así, todos compartirán una zona de baños central que está separada en instalaciones masculinas y femeninas".

Una linda chica con cabello oscuro levantГі la mano para hacer una pregunta, y asentГ­ para que continuara.

"SolicitГ© tanto danza como artes escГ©nicas. ВїSabes a quГ© secciГіn de vivienda me asignaron?".

"ВїCuГЎl es tu nombre?".

"Sophia Stanton".

CogГ­ mi carpeta, hojeГ© los papeles y busquГ© su currГ­culum.

"SofГ­a. Eres una gran dramaturga en Juilliard, has enseГ±ado ballet en Steps on Broadway y buscas tener mГЎs experiencia en coreografГ­a. ВїEs eso correcto?". Cuando ella asintiГі, le sonreГ­ brillantemente. "Tienes un currГ­culum impresionante. Te han asignado a Demi-pointe, una de las cabaГ±as de baile. ВЎBienvenida a bordo!".

"ВЎGracias!", ella sonriГі radiante.

ContinuГ© explicando los otros edificios en el campamento, como La Floritura. Era la Гєnica tienda en el terreno donde los estudiantes podГ­an comprar cosas como materiales de arte adicionales, cuerdas de reemplazo para instrumentos o calzado de baile. La tienda tambiГ©n vendГ­a artГ­culos esenciales como artГ­culos de tocador, agua y bocadillos. Cuando le decГ­a al grupo que los timbres, sobres y postales tambiГ©n estaban disponibles para comprar para aquellos que querГ­an escribir a casa durante el verano, me interrumpieron.

"ВїTimbres? ВїQuiГ©n usa mГЎs el correo postal? ВїNo tienen correo electrГіnico?", Devon preguntГі incrГ©dulo.

Casi levanto los ojos, pero de alguna manera logrГ© abstenerme. Estaba empezando a pensar que Fitz tenГ­a todo el cerebro en esa operaciГіn. Tuve la intenciГіn de llamarlos Batman y Robin. Mientras Fitz parecГ­a tranquilo, sereno, Devon parecГ­a tener impulsos mГЎs tontos. Era como un niГ±o que aГєn no habГ­a aprendido modales.

"No tenemos Internet en el sitio, ni tenemos computadoras disponibles para el uso de los estudiantes o el personal", le dije. Se pellizcó la cara como si la idea lo dejara boquiabierto. No iba a explicar el costo astronómico de las computadoras a alguien que claramente no entendía el valor de un dólar. En cambio, dije: "Este es un campamento para las artes. A los estudiantes aquí no les importa mantenerse al día con sus cuentas de �America Online’. Muchos ni siquiera tienen una. Además, hay algo que decir sobre las cartas escritas a mano. La pluma y la tinta añaden personalidad que no se puede lograr con un teclado".

Devon se encogiГі de hombros y se recostГі contra la pared del fondo.

"Creo que estoy acostumbrado a Georgetown. Cuando estamos allí, hacen que parezca…".

"ВЎAmigo! ВїEste lugar se parece a Georgetown? Deja de ser un tonto y permite que la dama hable", Fitz le espetГі a Devon, luego se volviГі hacia mГ­. "Pido disculpas por mi amigo. Por favor continГєa".

Una chispa de intriga con un disparo de terror corriГі por mi columna vertebral. Por mucho que admirara a Fitz por enfrentarse a su amigo, me encontrГ© mirГЎndolo con cautela. TodavГ­a no confiaba en Г©l. TenГ­a la sensaciГіn de que solo estaba tratando de tener buenas relaciones conmigo. ObservГ© al niГ±o terriblemente hermoso con cuidado, solo para sentir una tercera oleada de mariposas golpeando mi estГіmago cuando casualmente pasГі una mano por la parte de atrГЎs de su cabello oscuro recortado. Sus ojos se encontraron con los mГ­os: hermosas piscinas grises, encapuchadas con gruesas pestaГ±as oscuras. HabГ­a picardГ­a revoloteando en medio de esas tejas grises, y solo podГ­a imaginar los pensamientos que corrГ­an por su mente. Cosas malas, de eso estaba segura.

Cuando la comisura de su boca se inclinГі en una sonrisa torcida, fue una verdadera lucha suprimir el suspiro que querГ­a escapar de mis labios. Mi pulso se acelerГі nuevamente y tuve que luchar contra el rubor que amenazaba con inundar mis mejillas.

JesГєs toma el volante. Oficialmente me he desviado del camino.

"Gracias, Fitz", reconocГ­, tratando desesperadamente de mantener la compostura. "Ahora, ВїdГіnde estaba?".

ContinuГ©, dando a cada lГ­der de cabina sus instrucciones para la noche y les dije dГіnde reportarse con sus estudiantes por la maГ±ana. DespuГ©s de responder algunas preguntas, los lГ­deres comenzaron a irse uno por uno y dirigirse hacia sus cabaГ±as asignadas. Una vez que todos se fueron, estaba sola con Batman y Robin.

Esto deberГ­a ser divertido.

Les di a ambos una sonrisa demasiado dulce y llamГ© a los dos alborotadores con el dedo para que me siguieran. Fitz, tan arrogante como parecГ­a, en realidad parecГ­a nervioso por lo que le esperaba. CaminГ© delante de ellos, fuera del aire frГ­o del SalГіn del Creador, y hacia el aire hГєmedo del exterior. No mirГ© hacia atrГЎs para ver si me seguГ­an, pero podГ­a escucharlos susurrando detrГЎs de mГ­. No pude entender lo que decГ­an. Solo escuchГ© el siseo ocasional de Fitz diciГ©ndole a su amigo que cerrara la boca.

Me detuve cuando llegamos al granero que se encontraba a menos de un octavo de milla del salГіn principal. AbrГ­ las amplias puertas rojas del granero y les indiquГ© que entraran. Como era de esperar, mi padre estaba adentro, rodeado de su colecciГіn de herramientas, trapeadores y escobas. ParecГ­a estar tratando de arreglar una gran rueda de metal de algГєn tipo. Sus manos estaban sucias, y notГ© una mancha de grasa negra en su mejilla izquierda.

"Hola, papГЎ", gritГ© alegremente mientras me dirigГ­a hacia Г©l. SonriГі cuando me vio, haciendo que las lГ­neas de la edad en su rostro bronceado se profundizaran.

"ВЎCadence! ВїCГіmo estГЎs chica? Sobreviviste al primer dГ­a, Вїcierto?".

"PregГєntame maГ±ana. TodavГ­a no ha terminado", bromeГ©.

"Y dГ­melo a mГ­. Es solo el primer dГ­a, y ya se soltГі un eje de una de las poleas de la cortina del escenario. Tu mamГЎ estaba en condiciones de ser atada".

"Estoy segura de que lo sabrГ© mГЎs tarde", me reГ­. "Te escuchГ© decir en la cena la otra noche que tenГ­as poco personal este verano. Vine a ofrecerte ayuda. Me gustarГ­a que conocieras a Fitzgerald Quinn y a Devon Wilkshire. PensГ© que los deberes de limpieza serГ­an adecuados para ellos. Estoy segura de que tendrГЎs mucho trabajo para mantenerlos ocupados".

Y eso era algo de lo que estaba segura. Mi padre no era nada menos que increГ­ble, y lo amaba mucho, pero no era nada tonto. DespuГ©s de todo, Г©l era el maestro carpintero de cada edificio en el campamento. Fue su sudor y sangre lo que dio vida a la visiГіn de mi madre. No habГ­a duda de que se asegurarГ­a de que estos muchachos terminaran el verano con mГЎs de unos pocos callos. Si me gustara apostar, hubiera apostado que Fitz y Devon tambiГ©n lo sabГ­an. PodГ­a sentir sus miradas sin siquiera tener que verlas.

"ВЎEstoy seguro de que tendrГ© trabajo mГЎs que suficiente para mantener a estos chicos ocupados!", mi padre riГі. DirigiГ©ndose a Fitz y Devon, se limpiГі la grasa de las manos con un trapo antes de extender la mano para apretar las suyas. "Es un placer conocerlos. Soy Jameson Riley, pero la gente de aquГ­ me llama Sr. Jimmy. ВїEn quГ© cabaГ±a se alojarГЎn, muchachos?".

Tanto Devon como Fitz se volvieron hacia mГ­ inquisitivamente.

"Oh, Вїno se los dije?", comentГ© con falsa inocencia. "Estamos llenos este aГ±o, asГ­ que se quedarГЎn aquГ­, en el desvГЎn del granero".

SonreГ­ y girГ© sobre mis talones, dejando que ambos miraran con los ojos muy abiertos a mi paso.




3



FITZ

Cabreado como el infierno, arrojГ© mi bolsa de lona sobre el colchГіn en el granero. Llamarlo un colchГіn era una exageraciГіn. En realidad, era solo una gran almohadilla extendida sobre un par de pacas de heno. Si, heno. Iba a dormir como la maldita ayuda contratada de la granja. Supongo que, en cierto modo, lo era. Solo que no me pagaban por estar aquГ­.

"Esto es tu culpa", le espeté a Devon. “Podrías haber mantenido la boca cerrada, pero no. Tenías que ser un idiota, y ahora, esa chica nos está aniquilando. Quiero decir, ¡ella nos convirtió en jodidos conserjes!".

Me hizo seГ±as para marcharme mientras sacaba algunas cosas de su bolso.

"¿Yo? Creo que la cabreaste primero cuando la llamaste �cariño’. En serio, hombre. ¿Viste su cara?".

"SГ­, probablemente no debГ­ haber hecho eso", admitГ­.

"RelГЎjate. Esta noche no estuvo tan mal. Todo lo que el Sr. Jimmy nos obligГі a hacer fue barrer algo en el salГіn principal. ВїDГіnde mГЎs podrГ­a habernos asignado la seГ±orita mandona Cadence? ВїCreГ­as que te asignarГ­an a enseГ±ar danza?".

"SГ­, claro", me burlГ©. La idea era risible. "Honestamente, probablemente tengas razГіn. Escuchaste el currГ­culum de esa chica, Sophie. No nos habrГ­an asignado a ninguno de los estudiantes en ese lugar. No sabemos nada de esta basura artГ­stica. Solo la crema de la cosecha enseГ±a aquГ­".

"Oh sГ­. Sophie definitivamente era la crema de la cosecha. Algo asГ­ me hace desear que me hubieran asignado para ser maestro de baile. No me importarГ­a que bailara alrededor de mi verga".

AlcГ© una ceja curiosa.

“¿Qué le pasó a la flautista? ¿No era lo suficientemente adulta?".

"Oh diablos, no. Te dije que no cometerГ­a ese error. ВїNo la viste en la reuniГіn de lГ­deres del campamento? Se llama Jessica y tiene veinte aГ±os. Es su segundo verano enseГ±ando aquГ­. Ella estГЎ con los seleccionados de la mГєsica", me dijo. Г‰l mostrГі una sonrisa maliciosa y agregГі: "Me voy a reunir con ella en unos minutos".

Yo sonreГ­.

"ВїVa a llevar la flauta?".

"Eso espero", dijo Devon con un movimiento de cejas.

SacudГ­ mi cabeza y me reГ­.

“Te mueves rápido, hombre. Que te diviertas".

"ВїPor quГ© no vienes conmigo? Tal vez ella tiene una amiga".

“No, tú ve. Creo que iré a la zona de baños y me daré un baño".

"No seas cobarde. Vamos", presionГі Devon. Brevemente considerГ© ir con Г©l. Si su flautista tenГ­a una amiga, un poco de compaГ±Г­a femenina podrГ­a distraerme de la miserable situaciГіn en la que me encontraba. El problema era que no querГ­a que ninguna mujer me hiciera compaГ±Г­a. Solo querГ­a una.

Cadence.

No tenГ­a idea de por quГ© la querГ­a. Era como un grano en el culo, una sabelotodo remilgada. Si su postura rГ­gida fuera algГєn tipo de perspicacia, yo dirГ­a que ella tambiГ©n era una mojigata.

Ella tambiГ©n estaba fuera de los lГ­mites. La fruta prohibida.

Sin embargo, no podГ­a dejar de pensar en ella. No tenГ­a sentido, ella ni siquiera era mi tipo.

EchГ© un vistazo a Devon, que se estaba poniendo un par de zapatos de cuero. QuerГ­a decirle lo que estaba pensando sobre Cadence, la chica cuyo olor a vainilla era como una droga adictiva que nunca querГ­a dejar de oler, pero cuando hablГ©, no pude encontrar las palabras para describir lo que estaba pensando.

"Por lo que dijo el Sr. Jimmy, espera que nos reportemos maГ±ana a las seis de la maГ±ana", respondГ­. "Quiero dar el golpe al heno temprano esta noche".

Devon se echГі a reГ­r.

"ВЎEl golpe al heno! ВЎNunca habГ­a entendido esa expresiГіn hasta ahora!".

Mi ceГ±o se frunciГі en confusiГіn hasta que vi hacia dГіnde seГ±alaba Devon. SeguГ­ su dedo hacia el fardo de heno que serГ­a mi cama durante los prГіximos tres meses. La comprensiГіn me llegГі, y sonreГ­.

Jodidamente ridГ­culo.

A pesar de la histeria de Devon, no consideraba nada de esto remotamente divertido. Sentía que vivía en una versión actual de La Pequeña Casa en la maldita Pradera. [Nota de la traductora: Hace alusión a la serie de TV, �Little House on the Prairie’].

"No llegues demasiado tarde, amigo", advertГ­. "No voy a ser responsable de sacar tu trasero de la cama por la maГ±ana".

"SГ­, sГ­. No seas celoso porque estoy teniendo acciГіn en el primer dГ­a mientras tГє te quedas aquГ­ como un idiota", dijo mientras se balanceaba sobre el peldaГ±o superior de la escalera. "Te verГ© mГЎs tarde".

Vi la cabeza de Devon desaparecer por la escalera y suspirГ©. Hoy habГ­a sido un largo dГ­a. TenГ­a calor, estaba sudoroso y me sentГ­a miserable. La idea de una ducha nunca habГ­a sonado tan bien. AbrГ­ mi bolsa de lona, agarrГ© mis artГ­culos de tocador y un par de pantalones cortos de gimnasia, los tirГ© en una bolsa con cordГіn mГЎs pequeГ±a y seguГ­ el camino de Devon por la escalera.

DespuГ©s de salir del granero, mirГ© alrededor del campamento. Se sentГ­a pesado y silencioso. Tan tranquilo. Los insectos zumbaban en los enormes ГЎrboles que abrazaban la noche tranquila, y el sonido de los grillos era el Гєnico ruido que se podГ­a escuchar. Era un fuerte contraste con todo el alboroto durante la hora de la cena. Estudiantes demasiado ansiosos se habГ­an amontonado en el SalГіn del Creador, actuando como si no hubieran comido en una semana, invadiendo el lugar como buitres. En el momento en que Devon y yo llegamos allГ­ para tomar nuestra cena, ya habГ­a escasez. Aprendimos en ese mismo momento, que tendrГ­amos que llegar temprano al salГіn si tenГ­amos la esperanza de conseguir algo decente para comer.

Ahora, parecГ­a que los estudiantes se escondГ­an durante la noche, pero apenas eran las diez en punto. No me importГі. Con suerte, significarГ­a que tendrГ­a una ducha pacГ­fica.

Cuando entrГ© en la zona de baГ±os, no era como lo esperaba. Tal vez supuse que encontrarГ­a algo que recordara mis acostumbrados arreglos para dormir, pero estaba mГЎs acorde con el aspecto moderno del SalГіn del Creador. Las baldosas de cerГЎmica revestГ­an los pisos y las paredes, los accesorios de baГ±o plateados parecГ­an haber sido recientemente pulidos hasta quedar con una brillante limpieza. La pared a mi derecha tenГ­a estantes forrados con toallas multicolores, mientras que la pared contigua tenГ­a un espejo horizontal largo y una encimera con al menos veinte lavabos individuales. Al frente, habГ­a una habitaciГіn separada, supuse donde estaban ubicadas las regaderas. DespuГ©s de tomar una toalla de uno de los estantes, me dirigГ­ en esa direcciГіn.

Veinte minutos despuГ©s, me habГ­a baГ±ado vestido con un par de pantalones cortos de gimnasia, sin molestarme en ponerme una camiseta. Lo mГЎs probable era que se iba a empapar de sudor una vez que saliera. No importaba que el sol se hubiera puesto, la noche aГєn era mГЎs calurosa que el infierno. La ligera brisa de mГЎs temprano en el dГ­a habГ­a muerto, haciendo que el aire estancado fuera aГєn mГЎs hГєmedo y pegajoso.

Al acercarme a las puertas del granero, disminuГ­ mis pasos. TodavГ­a no tenГ­a ganas de acostarme. Me sentГ­a inquieto por alguna razГіn. QuizГЎs era el silencio de la noche oscura. No estaba acostumbrado. DespuГ©s de haber pasado los Гєltimos cuatro aГ±os en la Universidad de Georgetown, el campus a menudo estaba lleno de algo o de otro, especialmente en los dormitorios. ComencГ© a lamentar no haber ido con Devon. Por lo menos, me habrГ­a dado algo que hacer.

Por impulso, arrojГ© mi bolso con cordГіn dentro de las puertas principales del granero. QuerГ­a explorar este lugar y ver dГіnde me encontraba realmente este verano. El campamento estaba rodeado de bosques. TenГ­a que haber rutas de senderismo de algГєn tipo. Manteniendo esa esperanza, me dirigГ­ hacia las afueras del campamento.

Mientras caminaba, pasГ© por numerosas cabaГ±as. Todas tenГ­an nombres artГ­sticos como Clarinet Chalet y Harmony Hearth. Incluso el camino por el que caminaba se llamaba Camino Acuarela. Supuse que algunos lo llamarГ­an encantador. Para mГ­, solo gritaba aburrimiento. No era como si no apreciara a aquellos con talento. Demonios, la madrastra nГєmero tres solГ­a arrastrarme al Centro Kennedy en D.C. para ver actuaciones mГЎs veces de las que podГ­a contar. Aunque nunca se lo admitГ­, disfrutГ© las obras y los musicales que vi. Fue un escape de la realidad, incluso si era solo por unas pocas horas. Sin embargo, mirar era una cosa. Estar en medio de una producciГіn era algo completamente diferente, y definitivamente no era lo mГ­o.

Una vez que lleguГ© al borde del campamento, una excitante emociГіn me atravesГі cuando vi un camino de tierra que conducГ­a al bosque. No era muy ancho, se estrechaba en ГЎreas donde el arbusto habГ­a crecido demasiado. AГєn asГ­, parecГ­a que estaba en uso. PodГ­a ver dГіnde las plantas habГ­an sido pisoteadas recientemente. Tomando eso como una buena seГ±al, continuГ©.

El camino era sinuoso y cuesta abajo, pero relativamente corto. Afortunadamente, habГ­a luna llena, permitiendo que suficiente luz se filtrara a travГ©s de los ГЎrboles para poder ver a dГіnde iba. DespuГ©s de unos diez minutos de caminata, lleguГ© al pie de la colina. Los ГЎrboles se separaron para revelar una amplia extensiГіn de tierra plana con un lago de tamaГ±o decente en el medio. La luna se reflejaba en la superficie de vidrio, creando un espejo para los altos robles y pinos que la rodeaban. MirГ© a mi alrededor, esperando encontrar mГЎs edificios con nombre artГ­stico, pero no habГ­a ninguno. La Гєnica estructura era un pequeГ±o muelle justo delante de donde estaba parado.

LoterГ­a.

La ubicaciГіn era increГ­ble. Suponiendo que se me permitiera tiempo libre, pasarГ­a gran parte de Г©l aquГ­. PodrГ­a hacer mi propio retiro, una especie de respiro antes de tener que volver a la realidad de mi vida en septiembre.

Una punzada de temor me golpeГі cuando pensГ© en el futuro que mi padre ya habГ­a decidido por mГ­. La Гєltima vez que lo vi, la conversaciГіn habГ­a sido sombrГ­a. Estaba sin opciones. Oficialmente era dueГ±o de mi trasero. Sus palabras de despedida para mГ­ sonaron en mi mente.

"Haremos pГєblicas las noticias una vez que completes tu sentencia. Afortunadamente, nos las arreglamos para mantener tu error fuera de los periГіdicos. Tu ausencia serГЎ una explicaciГіn simple. Les diremos a todos que estabas en una misiГіn voluntaria trabajando con niГ±os. La prensa se lo tragarГЎ. Luego diremos, ya que hayas regresado, que no puedes esperar para comenzar la siguiente fase de tu vida. La fecha ya ha sido establecida. Los planes se finalizarГЎn mientras no estГ©s. Tienes tres meses. No lo jodas entre ahora y entonces".

CerrГ© los ojos y sacudГ­ la cabeza. Intentando alejar los pensamientos, di unos pasos hacia el muelle.

Me detuve en seco cuando escuchГ© un crujido a mi izquierda. Una veta dorada surgiГі del borde del bosque a unos quinientos metros de distancia. SaltГі al muelle antes de detenerse en el borde. Era un perro, un golden retriever para ser exactos. Estaba mirando hacia atrГЎs al lugar de donde habГ­a venido, moviendo la cola expectante. Mis ojos se dirigieron hacia donde miraba el perro.

Y ahГ­ fue cuando la escuchГ©.

"ВЎDahlia, espГ©rame, niГ±a!".

Cadence saliГі del bosque con un ligero movimiento, su cabello dorado brillaba bajo la luz de la luna. Su mano estaba envuelta alrededor del asa de una caja rectangular de algГєn tipo, pero no pude distinguir exactamente quГ© era.

No sГ© por quГ©, pero entrГ© en pГЎnico. Era como si tuviera miedo de ser atrapado a pesar de que no habГ­a hecho nada malo. RetrocedГ­ unos pasos hasta llegar al camino de tierra. EscondiГ©ndome en la oscura cubierta del bosque, me agachГ© detrГЎs de un ГЎrbol y mirГ© alrededor.

Cuando Cadence llegГі al muelle, la perra dio vueltas alrededor de sus piernas con impaciencia mientras colocaba la caja en las tablas de madera debajo de sus pies. Se agachГі y rascГі al perro detrГЎs de las orejas, luego sacГі un palo del bolsillo trasero de sus jeans cortos. BromeГі con el perro por un momento o dos, haciendo que el perro ladrara y saltara. La escuchГ© reГ­r, un sonido gutural y melodioso antes de tirar el palo al lago. El perro saliГі disparado, saltГі del muelle y entrГі al lago con un fuerte chapoteo, perturbando la calma de la noche.

ObservГ© al perro en medio del agua ondulante por un momento antes de volver mi atenciГіn a Cadence. Estaba inclinada sobre la caja a sus pies. Un segundo despuГ©s, la mГєsica comenzГі a sonar. Fue entonces cuando me di cuenta de que la caja que llevaba era un Boombox. No pensГ© que la gente realmente los usara mГЎs. Por su tamaГ±o, tenГ­a que ser un modelo mГЎs antiguo. El sonido de U2 se vertiГі a travГ©s de los altavoces, la mГєsica se transmitiГі sin esfuerzo en el aire quieto.

El perro regresГі y la pareja continuГі jugando a buscar. Mis ojos se quedaron pegados en Cadence. No podГ­a dejar de mirarla. Solo hacerlo me quitaba el aire de los pulmones. Estaba hipnotizado.

Su cabello todavГ­a estaba recogido en la parte superior de su cabeza en ese nudo al azar. Con la forma en que la luz de la luna brillaba detrГЎs de ella, pude ver algunas piezas onduladas cayendo alrededor de su rostro, creando un efecto de halo. Su camiseta blanca se aferraba a su cuerpo, metida firmemente en la cintura de sus jeans cortos. Ella era impresionante. Maravillosa. Y tan increГ­blemente sexy. Todo el paquete enviaba un escalofrГ­o de lujuria por mis venas, pinchando en mi miembro. Ninguna chica habГ­a generado una reacciГіn tal en mГ­.

Inesperadamente, alcanzГі el borde de su camisa y se la sacГі por la cabeza. Una rГЎfaga de aire llenГі mis pulmones y mis bolas se apretaron. Cuando se agachГі para quitarse los jeans cortos, jurГ© en voz baja.

"ВЎMierda!".

Lo Гєltimo que necesitaba era ser atrapado siendo un mirГіn. Necesitaba salir de allГ­; sin embargo, me detuve cuando me di cuenta de que llevaba un bikini debajo de la ropa. Incapaz de apartar mis ojos, mi mirada recorriГі la forma de sus curvas, completamente fascinado mientras la veГ­a moverse hacia el borde del muelle. Levantando los brazos sobre su cabeza, se zambullГі en el agua y desapareciГі de la vista.

Unos momentos mГЎs tarde, ella resurgiГі y nadГі hacia la orilla del agua. Una vez que la alcanzГі, saliГі y regresГі al muelle. El perro la siguiГі, meneando la cola y con el palo en la boca, esperando ansiosamente otro lanzamiento.

EscuchГ© a Cadence reГ­r.

"No, Dahlia. Es suficiente por esta noche".

ParecГ­a que su breve visita al lago estaba llegando a su fin, y sabГ­a que esa era mi seГ±al para irme. No querГ­a que ella me encontrara accidentalmente. Ella probablemente pensarГ­a que yo era un acechador trastornado.

Me alejГ© de mi escondite detrГЎs del ГЎrbol y volvГ­ al camino. Justo cuando estaba a punto de irme, escuchГ© un leve grito. El grito fue seguido rГЎpidamente por un chapoteo, y el perro comenzГі a ladrar. Me volvГ­, pero no vi a Cadence por ningГєn lado. Lo Гєnico que vi fueron las ondas de agua rodando a la luz de la luna.

ВїSe cayГі en el lago? ВїO acaba de saltar de nuevo?

EsperГ© a que reapareciera. Los segundos pasaron, pero parecieron minutos.

No veГ­a a Cadence. El perro continuaba ladrando.

Mierda.

Sin pensar, corrГ­ hacia el agua. A toda prisa me quitГ© las sandalias de cuero y corrГ­ hacia el borde poco profundo del lago. El perro me vio, su ladrido se volviГі loco y protector. Ella comenzГі a perseguirme en el agua, pero la ignorГ©. Una vez que lleguГ© hasta la cintura, me zambullГ­ y comencГ© a nadar hacia el ГЎrea donde vi ondular el agua.

ComencГ© una bГєsqueda inГєtil. No podГ­a ver nada. Solo oscuridad. Las sombras bailaban mientras los rayos de luna se interrumpГ­an de la corriente con cada brazada que daba. TratГ© de sentir mi camino alrededor del fondo del lago. Mis manos se abrieron paso entre el grueso lecho de hierba y roca bajo el agua. No pasГі mucho tiempo antes de que comenzara a confundirme, ya que las viejas imГЎgenes se enredaban con el presente, salpicando mi visiГіn y haciendo que me desorientara.

Una piscina.

Un par de ojos abiertos llenos de pГЎnico y extremidades hinchadas.

Los gritos.

La policГ­a.

Todo me vino de repente, los recuerdos me persiguieron hasta que perdГ­ por completo mi rumbo. Ni siquiera estaba seguro si ya estaba en el lugar correcto, solo sabГ­a que tenГ­a que encontrarla. Me empezaron a doler los pulmones, necesitaba tomar aire pronto.

RГЎpidamente resurgГ­ para tragar un soplo de aire y mirГ© a mi alrededor. Estaba cerca del borde del muelle y cerca de donde vi el chapoteo. Respirando profundamente, me sumergГ­ nuevamente en el agua. Fue todo lo que pude hacer para evitar que el pГЎnico me alcanzara.

Me abrГ­ paso por el agua por lo que parecieron eones antes de salir a la superficie una vez mГЎs. Mi corazГіn latГ­a con fuerza y cada vez me faltaba el aliento mientras trataba de hacer retroceder mis miedos. Estuve en el lugar por un segundo o dos antes de decidir nadar a un ГЎrea menos profunda. Una vez que sentГ­ que mis pies tocaban el fondo fangoso, gritГ© a travГ©s de los pulmones roncos: "ВЎCadence! ВЎCadence!".

EscuchГ© una fuerte toma de aire por encima de mГ­ y alcГ© la vista.

"ВїQuГ© estГЎs haciendo tГє aquГ­?". ExigiГі Cadence. Se encontraba en el muelle sobre mГ­, con la cara horrorizada y llena de acusaciones.

El alivio me inundГі antes de que fuera rГЎpidamente reemplazado por la vergГјenza. Para ella, con mis brazos agitГЎndose en el lago y la forma en que gritГ© su nombre con evidente alarma, debГ­ parecer un completo idiota. DebГ­ haber esperado un poco mГЎs para que reapareciera. En cambio, habГ­a actuado por impulso, permitiendo tontamente que mi miedo al pasado tomara cualquier tipo de pensamiento racional.

Sin embargo, allГ­ estaba ella. Estaba perfectamente bien, en el muelle, seca, y no se ahogaba en el fondo del lago.

Soy un maldito imbГ©cil.

Intentando recuperar algo de dignidad, la mirГ© intencionadamente y tratГ© de parecer lo mГЎs indiferente posible.

"SalГ­ a caminar y terminГ© aquГ­. PensГ© que te habГ­as caГ­do". Le dije encogiГ©ndome de hombros. Para un efecto adicional, le lancГ© una sonrisa arrogante a pesar de que sentГ­ todo lo contrario. Cuando mis ojos viajaron a su estГіmago desnudo, ella jadeГі de nuevo. Cruzando los brazos sobre su cuerpo, retrocediГі hasta desaparecer de mi vista.

MaldiciГіn.

TratГ© de salir rГЎpidamente del lago, pero la presiГіn del agua contra mis muslos ralentizГі mi progreso. Cuando lo logrГ©, Cadence ya tenГ­a los pantalones cortos y la camiseta puestos y se estaba poniendo los zapatos. Su perro, Dahlia, yacГ­a tranquilamente sobre sus talones. Ambos levantaron la vista cuando subГ­ al muelle.

"No es educado espiar a la gente", murmurГі Cadence mientras yo caminaba hacia ella.

"No estaba espiando. Como dije, iba a dar un paseo y encontrГ© este lugar", le dije. Ella no respondiГі. En cambio, se inclinГі para silenciar la radio que todavГ­a siguiГі sonando. "Espera, esa es una buena canciГіn. No la apagues".

Su postura rГ­gida pareciГі suavizarse un poco cuando me mirГі con ojos curiosos.

"ВїTe gusta U2?", ella preguntГі.

"ВїA quiГ©n no?".

Ella sonriГі levemente, parecГ­a relajarse un poco mГЎs antes de ponerse rГ­gida de nuevo.

"Es cierto, pero se estГЎ haciendo tarde. Debo irme", dijo ella.

No querГ­a que ella se fuera. QuerГ­a que volviera a poner la mГєsica. QuerГ­a quedarme en el muelle con ella, escuchando juntos en la noche tranquila mientras mirГЎbamos las estrellas que salpicaban el cielo. Y si una cosa llevaba a la otra, no me quejarГ­a.

Por mucho que quisiera convencerla de que hiciera exactamente eso, lo pensГ© mejor. Otro dГ­a tal vez. Mi orgullo acababa de recibir un golpe bastante grande despuГ©s de la tonta bГєsqueda de su cuerpo potencialmente ahogado. Necesitaba mГЎs tiempo para recuperarse antes de hacerle otro pase. AdemГЎs, obviamente se sentГ­a incГіmoda en mi presencia. Simplemente no estaba seguro de si habГ­a sido por la lГ­nea barata que habГ­a usado con ella mГЎs temprano en el dГ­a o por el hecho de que estaba invadiendo su privacidad aquГ­ en el lago.

Se inclinГі para recoger su Boombox, luego le silbГі a Dahlia. El perro se puso de pie. No estaba seguro de quГ© me habГ­a obligado a hacerlo, pero extendГ­ la mano y envolvГ­ con mis dedos su brazo delgado. La electricidad parecГ­a chisporrotear bajo mi palma, sorprendiГ©ndome tanto que casi me alejo. Sin embargo, de alguna manera mantuve mi agarre firme.

"Cadence", dije, su nombre que pareciГі mГЎs como una pregunta.

"ВїSГ­?".

"Siento haberte espiado. No quise hacerlo".

A la luz de la luna, pude ver su rostro sonrojarse ante mis palabras, y su piel se calentГі bajo mi mano.

"Está bien", dijo con timidez, tomándome por sorpresa. "Gracias por intentar… um, salvarme".

Mi mano se mantuvo en su brazo por un momento mГЎs, antes de que ella retrocediera lentamente y estuviera fuera de mi alcance. Dejado solo en el muelle, vi como Cadence y Dahlia desaparecГ­an en la cubierta del bosque.




4



CADENCE

SubГ­ los escalones de entrada a la cabaГ±a que compartГ­a con mis padres, con Dahlia en mis talones. ArrojГ© mi mochila y la radio a mis pies, me sentГ© en el columpio del porche y me acomodГ© para mirar el campamento.

Estaba tranquilo ahora, todos los nuevos estudiantes probablemente ya estaban dormidos. El dГ­a de apertura en el Campamento Riley siempre era emocionante. Lo esperaba todos los aГ±os, pero era agotador. Combinar eso con las temperaturas anormalmente altas que Virginia estaba experimentando, tambiГ©n me estaba drenando fГ­sicamente. ComprendГ­ por quГ© este aГ±o mis padres me habГ­an dado la responsabilidad de organizar a los estudiantes el dГ­a de llegada. A su edad, nunca habrГ­an sido capaces de soportar este calor, esperando para saludar a los autobuses llenos de estudiantes.

SaquГ© una botella de agua de mi mochila, la abrГ­ y tomГ© un trago. El agua estaba tibia ya que no habГ­a estado en hielo desde esa maГ±ana, pero al menos me estaba hidratando. A pesar de haberme sumergido un instante, el alivio del lago fresco habГ­a sido de corta duraciГіn. Mi cuerpo ya estaba sobrecalentado por el camino de regreso a la cabaГ±a. Por impulso, ahuequГ© una de mis manos, le echГ© un poco de agua y luego me la echГ© sobre la cara en un intento de refrescarme. Dahlia me mirГі con curiosidad, luego lamiГі las gotas que llovГ­an frente a sus patas.

PodГ­a escuchar las voces de mis padres que salГ­an por las ventanas abiertas de la cabaГ±a. Mi madre hablaba entusiasmada sobre los planes que tenГ­a para los estudiantes al dГ­a siguiente. Mi padre, siempre tan alentador, estaba de acuerdo con sus planes y hacГ­a algunas sugerencias mГЎs.

"Vamos niГ±a. Vamos adentro y escuchemos todo sobre lo que mamГЎ estГЎ planeando", dije y me agachГ© para alborotar una de las orejas de Dahlia. Su cola se moviГі mientras se ponГ­a de pie. Siguiendo su ejemplo, me acerquГ© a la puerta con pantalla de madera y entramos.

EncontrГ© a mi padre sentado en la vieja mesa de cocina de roble con una copa de bourbon, escuchando a mi madre con gran atenciГіn. Era el epГ­tome de todo lo bueno: un esposo fiel y trabajador, y un padre siempre presente. Mi madre, siempre firme y enГ©rgica, paseaba y agitaba los brazos con entusiasmo. Su cabello canoso estaba recogido en el habitual nudo apretado en la parte superior de su cabeza, y su pequeГ±a figura parecГ­a perdida bajo la larga camisa de dormir que llevaba. Mi padre asintiГі con la cabeza de acuerdo con lo que ella acababa de decir, ambos se giraron para mirar en mi direcciГіn cuando entrГ©.

"ВЎOh, Cadence! ВЎPor fin has vuelto! ВїCГіmo te fue hoy?". Mi madre preguntГі con entusiasmo.

"Bastante bien, especialmente teniendo en cuenta que esta era la primera vez que lo hacГ­a yo sola. Algunos problemas tГ©cnicos, pero los resolvГ­".

"ВїOh? ВїComo quГ©?". Ella levantГі una ceja con curiosidad.

"No sabГ­a quГ© hacer con los nuevos muchachos que fueron agregados a la lista del campamento en el Гєltimo minuto. DecidГ­ asignarlos para trabajar en el mantenimiento del campamento con papГЎ".

"TambiГ©n los puse a la tarea esta noche", intervino mi padre. "Parecen chicos buenos y trabajadores. Hicieron lo que les pedГ­, sin hacer preguntas. Creo que funcionarГЎn bien este verano".

"SГ­ claro. Creo que van a ser un problema", murmurГ©. "Dudo que los muchachos de la UNM sean capaces de ser trabajadores resistentes".

"ВїUNM?", dijeron mis padres al unГ­sono.

"Universidad de NiГ±os Mimados", aclarГ©.

Mi madre se echГі a reГ­r, un sonido largo y melodioso, y no pude evitar sonreГ­r.

"Oh, Cadence, dales tiempo. ВїCuГЎntas veces te he dicho que no juzgues un libro por su portada?".

"ConfГ­a en mГ­, mamГЎ, son un par de chistosos. Estos muchachos no son buenos".

"Bueno, trata de mantener una mente abierta. Si tienes algГєn problema, asegГєrate de informarnos".

"Lo harГ©", prometГ­. "Entonces, cuГ©ntame sobre tu reuniГіn con los lГ­deres del campamento. ВїPudiste finalizar tus planes para el verano? ВїTe has decidido por una producciГіn?".

Mi madre aplaudiГі, su entusiasmo era evidente.

"ВЎLa reuniГіn fue maravillosa! ВЎProbablemente fue la mГЎs productiva que he tenido hasta la fecha! Tenemos algunos genios creativos con nosotros este aГ±o, ВЎy no puedo esperar para comenzar! Solo le estaba contando a tu padre al respecto. SiГ©ntate y te pondrГ© al corriente".

Saqué una silla de la mesa de la cocina y me instalé para escuchar a mi madre explicar la producción musical del año en curso. Ella les había dado a los líderes una opción entre �West Side Story’ y ’Singin ’in the Rain’, y se habían decidido por la asignación cómica. Mientras que uno de los líderes estaba extasiado sobre a quién elegirían para interpretar los papeles de Don Lockwood, Kathy Sheldon y Cosmo Brown, otro de los líderes no podía esperar para comenzar a enseñar la partitura musical nominada al Premio de la Academia.

Extasiada por su entusiasmo, no pude evitar sentir asombro por sus muchos logros. No era solo el campamento de música. Mi madre tenía éxito en todo lo que se proponía hacer. Mis padres eran originarios de Nueva York. Mi madre había sido actriz en Broadway y también bastante famosa. Mi padre no era de los que actuaban, pero era bueno con sus manos. Había subido la escalera en el Teatro Imperial y gestionado el equipo de escena para la producción de �Minnie’s Boys’. Mi madre interpretó a Minnie y el resto, como dicen, era historia.

Su compromiso fue corto para los estГЎndares modernos: se casaron tres meses posteriores a su primera reuniГіn. Con ideas jГіvenes y romГЎnticas, hicieron un viaje por carretera a Virginia, queriendo que su luna de miel fuera lejos de la agitada vida de Nueva York. SonreГ­ melancГіlicamente al recordar las muchas veces que hablaron sobre los largos paseos que habГ­an hecho entre los vastos ГЎrboles verdes, mirando las hermosas puestas de sol. HabГ­an estado en una de sus caminatas cuando tropezaron con un pueblo minero abandonado. Mi madre se enamorГі de su singularidad y se entristeciГі al ver que lo habГ­an dejado en la ruina.

AГ±os mГЎs tarde, despuГ©s de luchar para quedar embarazada, mi madre decidiГі que habГ­a terminado con su carrera en el escenario. Ella culpГі de sus muchos abortos involuntarios a la rigurosidad del teatro. Dejando todo atrГЎs, volvieron a Virginia y compraron el casco antiguo del que se habГ­an enamorado tantos aГ±os atrГЎs. Sin embargo, el teatro todavГ­a seguГ­a en su sangre, por lo que convirtieron la ciudad en un campamento de verano para jГіvenes dotados creativamente. Debido a la notoriedad de mi madre, los estudiantes llegaban cada verano, ansiosos por tener la oportunidad de aprender de la gran Claudine Benton-Riley. La impresiГіn que dejГі en muchos fue genial. Si bien no compartГ­a sus talentos musicales o escГ©nicos, esperaba que algГєn dГ­a pudiera impactar a tantos como ella.

DespuГ©s de escuchar a mi madre continuar durante casi una hora, mirГ© el reloj de pared en la cocina. Eran cerca de las once. Mi padre ya se habГ­a acostado hacГ­a treinta minutos. Por mucho que el entusiasmo de mi madre fuera contagioso, las seis y media llegarГ­an muy temprano. PareciГі notar que me estaba quedando sin vapor cuando me entreguГ© a un bostezo.

"Creo que es hora de que te vayas a la cama, Cadence. Pareces cansada, y he hablado lo suficiente por una noche". Ella me sonriГі suavemente.

"Lo siento, mamГЎ. Sabes que me encanta escucharte hablar sobre los acontecimientos en el campamento, pero me levantГ© muy temprano esta maГ±ana".

"No te preocupes por eso", se despidiГі con un movimiento de su pequeГ±a mano. "SГ© que has tenido un largo dГ­a".

Me puse de pie y caminГ© hacia donde estaba sentada mi madre. Envolviendo mis brazos alrededor de ella, le di un breve abrazo y la besГ© en la frente.

"Buenas noches, mamГЎ".

"Buenas noches cariГ±o".

Al entrar en mi habitaciГіn, el aire frГ­o de la unidad de aire acondicionado de la ventana me asaltГі. Cuando comencГ© a quitarme la ropa, me di cuenta de lo pegajosa que se sentГ­a mi piel. Entre el sudor y el agua del lago, definitivamente necesitaba una ducha antes de poder meterme debajo de las sГЎbanas limpias de mi cama. MirГ© el cГіmodo colchГіn doble con nostalgia, sabiendo que no tendrГ­a tiempo para lavar las sГЎbanas maГ±ana. Con un suspiro, agarrГ© una toalla y mi pijama y me dirigГ­ al baГ±o en nuestra cabaГ±a. En ese momento, no pensГ© que hubiera estado tan agradecida con mi padre por agregar una ducha a nuestra residencia privada. Solo pensar en caminar a la zona de baГ±os me hacГ­a sentir aГєn mГЎs sudorosa.

La fatiga parecГ­a hacer que me dolieran los huesos fГ­sicamente, pero me sentГ­ mГЎs como un ser humano nuevamente despuГ©s de la ducha. Me sequГ© el cabello con una toalla y luego lo asegurГ© rГЎpidamente en una trenza francesa suelta. Me puse un par de pantalones cortos de algodГіn y una camiseta sin mangas, volvГ­ a la cocina para apagar las luces. Justo cuando estaba a punto de regresar a mi habitaciГіn, notГ© que Dahlia estaba parada junto a la puerta principal. Normalmente ella estarГ­a acurrucada en su montГіn de mantas en la esquina de mi habitaciГіn a esta hora de la noche.

"ВїNecesitas salir, niГ±a? ВїBebiste demasiada agua del lago?". Su cola se moviГі y empujГі su nariz hacia la puerta. "EstГЎ bien, vamos. Pero sГ© rГЎpida al respecto".

DestrabГ© la cerradura de la puerta principal, la abrГ­ y Dahlia se acercГі a la parte trasera de la cabaГ±a. Sabiendo que tardarГ­a unos minutos en encontrar el lugar perfecto para hacer sus negocios, me sentГ© en el escalГіn superior del porche y esperГ©.

DespuГ©s de unos momentos, escuchГ© un crujido cerca del porche y mirГ© para ver quГ© era. Dahlia debГ­a haberlo escuchado tambiГ©n porque vino saltando desde la parte trasera de la cabaГ±a y se fue como un disparo.

"ВЎDahlia!". LlamГ© en un susurro fuerte. Entonces vi lo que habГ­a causado el crujido. Un conejo.

ВЎMaldiciГіn!

La perseguГ­, temiendo llamarla demasiado alto porque no querГ­a despertar a mis padres ni a nadie mГЎs.

Fue inГєtil.

Ella entraba y salГ­a de la maleza, olisqueando a un ritmo rГЎpido, decidida a atrapar a su presa. La amaba, pero cuando el sudor comenzГі a correr por mi espalda, quise estrangularla.

"Demasiado para la ducha", murmurГ© para mГ­ misma.

Cuando finalmente la alcancГ©, la agarrГ© por el cuello y la regaГ±Г©. Su cabeza se inclinГі y su cola se hundiГі entre sus piernas. Al instante me sentГ­ culpable por regaГ±arla, aunque no debГ­ haberlo hecho. DespuГ©s de todo, ella no habГ­a huido de mГ­.

SacudГ­ mi cabeza.

Demasiado para la ducha. MurmurГ© para mГ­ misma.

"Cachorro, ВїcuГЎndo aprenderГЎs? ВЎLos conejos son mucho mГЎs rГЎpidos que tГє!".

Su cola se moviГі. Claramente, todo fue perdonado. Me reГ­ entre dientes y le indiquГ© que me siguiera de regreso a casa, a mi cama. El sueГ±o me llamaba.

Un destello de luz atrapГі el rabillo de mi ojo, y me girГ© para ver de dГіnde venГ­a. Alguien habГ­a encendido la luz en el granero. SerГ­a extraГ±o si Fitz acabara de entrar. DeberГ­a haber regresado de su pequeГ±a aventura de espГ­as hacГ­a algГєn tiempo.

ВїA dГіnde habrГ­a ido despuГ©s de salir del lago?

HabГ­a visto a Devon charlando con uno de los instructores de mГєsica del campamento, asГ­ que tal vez no era Fitz en absoluto. Tal vez era su compaГ±ero regresando tarde.

O, Вїy si hubiera algo mal, como, algo muy grave?

Una punzada de culpa me golpeГі por hacerlos dormir en el granero. El aire nocturno era como sauna y, a diferencia de todas las cabaГ±as, no habГ­a unidades de aire acondicionado en las ventanas del granero para enfriarlas.

ВїY si uno de ellos tenГ­a un golpe de calor? O, peor. ВїY si uno de ellos se desmayГі por el calor y cayГі de la escalera al desvГЎn?

El granero no estaba tan lejos de mi cabaГ±a.

Solo me asegurarГ­a de que todo estuviera bien, luego me irГ­a a la cama.

Al menos, eso es lo que me dije.

AtraГ­da como una polilla hacia una llama, me alejГ© lentamente de la cama que me habГ­a estado llamando unos segundos antes y me dirigГ­ hacia la luz. La curiosidad que sentГ­a era casi una compulsiГіn. En cuestiГіn de minutos, me encontrГ© a las afueras del granero, mirando hacia la ventana donde habГ­a visto la luz. No estaba segura de si me sentГ­a culpable por espiar o si revisar a un invitado era de alguna manera mi deber. Solo sabГ­a que no podГ­a ignorarlo.

Vi a Fitz aparecer a la vista, estaba de espaldas a mГ­, la mayor parte de Г©l ocupaba casi todo el marco de la ventana. Su cabello corto estaba en completo desorden, la parte superior sobresalГ­a salvajemente como si hubiera estado pasando sus manos violentamente por Г©l. De repente, se volviГі para mirar por la ventana. En pГЎnico, bordeГ© detrГЎs de un ГЎrbol cercano.

No pude distinguir su expresiГіn, pero no pensГ© que me hubiera visto. MirГі por la ventana por un tiempo antes de acercarse y presionar sus palmas contra la repisa de la ventana. BajГі la cabeza entre los hombros. Casi parecГ­a triste, y no pude evitar preguntarme de quГ© tenГ­a que estar triste este niГ±o privilegiado.

DespuГ©s de un tiempo, Fitz se alejГі de la ventana y la luz se apagГі. No estaba segura de quГ© me habГ­a forzado a dirigirme hacia el granero en primer lugar. Mis preocupaciones eran tontas. Todo estaba bien. SintiГ©ndome culpable, me alejГ© de las sombras y me volvГ­ a casa. Dahlia me siguiГі, brincando alegremente cuando encontrГі un palo en el camino.

"No chica. No mГЎs buscar. Es hora de ir a la cama". Ella se quejГі por un momento, pero sabГ­a las reglas. Cuando le quitГ© el palo de la boca, ella comenzГі a gruГ±ir. "ВЎDahlia! ВЎNo te atrevas a gruГ±irme!".

Luego escuchГ© el chasquido de una ramita a mi izquierda, y me di cuenta de que no me estaba gruГ±endo a mГ­ en absoluto. Una advertencia aleteГі por mis entraГ±as, como si fuera llevada en alas. El cabello en la parte posterior de mi cuello se erizГі y la piel de gallina apareciГі por mis brazos.

Probablemente sea solo otro conejo.

Se rompiГі otra ramita y supe que no estaba sola. Alguien estaba por los gruesos ГЎrboles que bordeaban el camino. TratГ© de mirar a travГ©s de la oscuridad, pero el exuberante dosel de las hojas del techo bloqueГі la luz de la luna y me hizo difГ­cil ver.

"ВїHola? ВїHay alguien ahГ­?". LlamГ©. Nadie respondiГі. Dahlia continuГі gruГ±endo en un retumbar bajo mientras me venГ­an a la mente imГЎgenes de cada pelГ­cula de terror que habГ­a visto. Actualmente estaba interpretando el papel de la persona estГєpida en la pelГ­cula, la que salГ­a a la oscuridad sola, para ser capturada y comida por un grupo de zombies.

"No es educado espiar a las personas, cariño", dijo una voz detrás de mí. Casi salté de mi piel, las palabras hicieron que mi pulso golpeara violentamente en mis oídos. Conocía la voz que repetía mis palabras de hacía unas horas. No era un zombie carnívoro en absoluto. Los zombis no llamaban a las personas �cariño’.

Era Fitz.




5



CADENCE

Con el corazГіn acelerado por una mezcla de paranoia y vergГјenza, lentamente me volvГ­ hacia Fitz.

"No me llames asГ­. Y no estaba espiando. Dahlia fue tras un conejo. Tuve que perseguirla". Eso era cierto. MГЎs o menos. Simplemente no agreguГ© que en lugar de dirigirme a casa despuГ©s de atraparla, seguГ­ caminando hacia la luz en el granero, preocupada de que pudiera haber ocurrido algГєn tipo de accidente trГЎgico. Sin embargo, me condenarГ­a si admitГ­a eso. En cambio, levantГ© la barbilla y respondГ­ con una pregunta. "ВїQuГ© haces afuera y a esta hora de la noche? DeberГ­as estar en la cama".

Mi tono sonaba mГЎs acusador y de mamГЎ gallina de lo que pretendГ­a, pero no parecГ­a molesto. Tampoco me respondiГі. Г‰l solo dio un paso mГЎs cerca, luego otro. Deseaba que mis pies se alejaran de Г©l, pero no podГ­a moverme. Por mucho que no lo entendГ­a, Г©l me afectaba. Desde la primera vez que lo mirГ© a los ojos grises, la atracciГіn fue instantГЎnea. Era como el tipo que ves en las pelГ­culas o lees en los libros, y me hacГ­a sentir todo tipo de cosas extraГ±as.

Pero lo sabГ­a mejor. Era un chico, y los chicos eran una distracciГіn que no necesitaba. AГєn asГ­, no podГ­a negar la misteriosa atracciГіn magnГ©tica que sentГ­a hacia Г©l. Vi la forma arrogante y posesiva en que me miraba. No era mi imaginaciГіn. Me di cuenta de que Fitzgerald Quinn estaba acostumbrado a salirse con la suya con todas las chicas que se cruzaban en su camino. Eso me daba mГЎs razones para alejarme.

"No es seguro pasear sola por la noche", advirtiГі Fitz.

"No estoy paseando", dije un poco demasiado rГЎpido. Mi voz sonaba entrecortada y ligeramente aguda. Me aclarГ© la garganta e intentГ© sonar mГЎs segura. "Conozco mi camino por aquГ­. Es mi segunda casa. He pasado todos los veranos aquГ­ desde que nacГ­. AdemГЎs, no estoy sola. Dahlia estГЎ conmigo".

MirГі a Dahlia. Ella ya no estaba gruГ±endo y sostenГ­a otro palo en su boca. No me di cuenta cuando lo habГ­a recogido. Con la cola moviГ©ndose expectante, ella era siempre implacable en la bГєsqueda de jugar a buscar.

"Por alguna razГіn, no creo que sea un gran perro guardiГЎn", se riГі entre dientes. Fue un sonido bajo y gutural que me hizo sentir un poco dГ©bil en las rodillas.

Cuando sus ojos se movieron de Dahlia hacia mГ­, siguiГі la lГ­nea de mi cuerpo y se detuvo en mi pecho. SeguГ­ su mirada. Estaba vestida para ir a la cama, usando nada mГЎs que unos pantalones cortos blancos y una camiseta rosa que no dejaba mucho a la imaginaciГіn. Ahora, con Г©l, parado a escasos centГ­metros de mГ­, encontrГ© que mi aliento se volvГ­a mГЎs superficial con cada momento que pasaba. SentГ­ que mis pezones se ponГ­an a prueba bajo su escrutinio, hurgando visiblemente a travГ©s del fino material de algodГіn.

Mortificada, crucГ© los brazos sobre mi pecho y encontrГ© la fuerza para dar un paso atrГЎs. Fitz al menos tuvo la decencia de parecer avergonzado por haber sido atrapado. ApartГі los ojos, se aclarГі la garganta y murmurГі una disculpa. Di otro paso atrГЎs, muy consciente de la forma en que mis pechos traidores me apretaban la camisa. Fitz extendiГі una mano hacia mГ­.

"Cadence, espera".

"Necesito llegar a casa y acostarme, Fitz. DeberГ­as hacer lo mismo".

"No, yo…", se detuvo, pareciendo confundido. "Lo dije en serio cuando dije que no deberías estar aquí sola. Déjame acompañarte a casa".

ВїAcompaГ±arme a casa? ВїQuГ© hay con este tipo y su complejo salvador?

En el lago, parecГ­a realmente preocupado por mi seguridad. Tal como ahora.

"Estoy bien, de verdad. Conozco estos bosques. No vivo lejos", insistГ­.

"Cadence, voy a acompaГ±arte a casa". Su tono era asertivo, sin darme una opciГіn.

Ladeando la cabeza hacia un lado con curiosidad, lo mirГ©. Tanto sus palabras como sus acciones me hicieron hacer una pausa. QuizГЎs lo juzguГ© con demasiada dureza. Me vinieron a la mente los consejos de mi madre sobre no juzgar un libro por su portada. AГєn asГ­, por la forma en que Fitz se habГ­a acercado a mГ­ despuГ©s de salir del autobГєs, nadie podГ­a culparme por suponer que no era mГЎs que arrogante y problemГЎtico. Pero tal vez, solo tal vez, habГ­a mГЎs en Г©l de lo que pensaba originalmente.

MirГ© alrededor. La cabaГ±a que compartГ­a con mis padres estaba fuera de los caminos principales, situada entre el SalГіn del Creador y el granero. Siempre me sentГ­a segura en el campamento, a pesar del hecho de que estaba lleno de extraГ±os reciГ©n llegados. Por lo que suponГ­a, uno de ellos podГ­a ser un asesino con hacha disfrazado. Lo dudaba, pero aГєn asГ­. QuizГЎs no deberГ­a ser tan ingenua y tener un poco de precauciГіn.

"Muy bien, Fitz. Mi cabaГ±a estГЎ a la vuelta de la curva".

Г‰l asintiГі y comenzamos a caminar en un silencio incГіmodo.

"Entonces", dijo despuГ©s de unos minutos, interrumpiendo el extraГ±o silencio que se instalГі entre nosotros. "Ese lugar del lago es bastante sorprendente".

"SГ­, lo es", estuve de acuerdo.

"ВїVas allГ­ a menudo?".

"Normalmente voy por las tardes con Dahlia. A veces, solo quiero ir a nadar un momento o escuchar mГєsica. Es el Гєnico lugar donde puedo subir el volumen sin que mi mamГЎ me diga que lo baje. Otras veces, es un lugar tranquilo para estudiar".

"ВїEstudiar? ВїNo acabas de decir que solo pasas los veranos aquГ­?", preguntГі, sonando sorprendido.

"Estoy tomando algunos cursos universitarios de educaciГіn en el hogar a travГ©s de la American University, durante el verano para poder avanzar. Si puedo, me gustarГ­a obtener mi maestrГ­a en trabajo social en cinco aГ±os".

"Eso es ambicioso. Trabajo social, Вїeh? No hay mucho dinero por hacer allГ­".

"El dinero no lo es todo, y quiero ayudar a la gente", respondГ­ encogiГ©ndome de hombros.

"Ambicioso y noble", reflexionГі.

Yo fruncГ­ el ceГ±o. Fitz decГ­a las mismas cosas que mis padres me habГ­an dicho. A mi madre le hubiera encantado verme seguir sus pasos y dedicarme a las artes, pero no era para mГ­. Mi padre solo querГ­a que yo fuera feliz, pero estaba preocupado por la deuda del prГ©stamo estudiantil con el que estarГ­a atada. Si bien apoyaban mis elecciones, se preocupaban. ComprendГ­ por quГ©, pero ellos no entendГ­an mi inclinaciГіn. QuerГ­a salir y hacer una diferencia en el mundo. PodrГ­a estresarme por los prГ©stamos mГЎs tarde.

Casi expresГ© mis pensamientos, pero lo pensГ© mejor. Fitz provenГ­a de una familia acomodada. No podrГ­a entender el significado de la carga financiera. ApretГ© los labios con fuerza, sintiГ©ndome un poco incГіmoda. Un cambio de tema, uno que no fuera sobre mГ­, estarГ­a en orden. Normalmente era una persona muy privada, pero en solo unos pocos minutos, este chico me hizo revelar demasiado sobre mГ­ misma.

"ВїY quГ© hay contigo? ВїCuГЎl es tu especialidad?". Yo preguntГ©.

"Obtuve una doble especializaciГіn en ciencias polГ­ticas y relaciones pГєblicas. Me graduГ© en mayo pasado con doble licenciatura".

"ВїVas a continuar con la maestrГ­a?".

"ВїYo? SГ­, claro", dijo con desdГ©n. Luego se riГі como si encontrara la idea de la educaciГіn continua absolutamente absurda. "MГЎs escuela no estГЎ en las cartas para mГ­".

"ВїPor quГ© lo haces sonar como un chiste? No hay nada divertido en tratar de progresar, Fitz".

DisminuyГі el paso y lo mirГ©. La mirada que me dirigiГі fue sombrГ­a. Cuando volviГі a hablar, su voz era vacilante.

"No se trata de tratar de mejorarme a mí mismo. Es solo que, incluso si quisiera continuar con mi educación, no puedo. Realmente no tengo otra opción en el asunto. Mi padre…". Se apagó, y esperé expectante a que terminara. "Digamos que tiene otros planes para mí".

QuerГ­a preguntar cuГЎles eran esos planes, pero habГ­a algo en su tono que detuvo mis preguntas. ParecГ­a amargado casi, y pensГ© que era mejor no entrometerse. Nos conocimos hacГ­a doce horas, despuГ©s de todo. No era de mi incumbencia.

"Entonces, ВїquГ© opinas sobre el Campamento Riley hasta ahora?". PreguntГ©, cambiando deliberadamente el tema a algo un poco menos incГіmodo. EstГЎbamos casi en mi cabaГ±a, y estaba agradecida de tener que mantener la pequeГ±a charla por otro minuto o dos.

"No estГЎ mal. En mi opiniГіn, es demasiado pintoresco y parecido a un pueblo como para ser llamado un campamento. Cuando descubrГ­ que venГ­a aquГ­, estaba imaginando tiendas de campaГ±a y cosas asГ­. Sin embargo, el lugar del lago es genial", dijo con indiferencia. "Si no te importa, puedo aparecer allГ­ por la noche de vez en cuando. Me gusta el lugar".

PensГ© en su declaraciГіn y en lo que podrГ­a significar, y a lo que podrГ­a conducir. La idea de que Г©l viniera a mi lugar, entrometerse en mГ­ espacio, me molestГі de inmediato, y respondГ­ sin pensar.

"En realidad, me importa. Ese lugar es privado para mГ­, Fitz. Si comienzas a aparecer, los estudiantes o los lГ­deres del campamento podrГ­an encontrarlo y pensar que estГЎ bien que ellos tambiГ©n vayan allГ­".

"Bien, bien. No hay necesidad de regaГ±arme", dijo, levantando las manos en seГ±al de rendiciГіn.

ВїLo habГ­a regaГ±ado?

Si lo hice, no habГ­a sido mi intenciГіn. SonreГ­ tГ­midamente.

"Lo siento. Es solo que… bueno, lo pensaré", admití. "Pero si acepto, no se lo puedes contar a nadie más".

ВїRealmente estaba de acuerdo en pensarlo? ВїMe habГ­a vuelto loca?

MirГ© en su direcciГіn solo para ver una lenta sonrisa en su rostro. No se podГ­a negar que estaba celebrando una pequeГ±a victoria como resultado de mi concesiГіn.

ImbГ©cil.

AГєn asГ­, no retirГ© lo que habГ­a dicho. Me quedГ© en silencio, sin saber quГ© hacer con este misterioso chico que habГ­a tratado de ser mi caballero con una armadura brillante dos veces en una noche. PodГ­a sentir sus ojos sobre mГ­ mientras caminГЎbamos. Algo extraГ±o entre nosotros dos que no podГ­a explicar. Era como si me estuviera enganchando con algo invisible con cada mirada que me robaba. Mi corazГіn latГ­a y mi piel estaba cubierta de un brillo pegajoso de sudor, solo que esta vez no era por el aire hГєmedo.

Cuando llegamos a mi cabaГ±a, Dahlia subiГі los escalones.

"Este debe ser tu lugar", observГі Fitz.

"SГ­, este es".

"Está bien, bueno… um", dudó. "Supongo que aquí es donde te digo que tengas una buena noche".

Era extraГ±o. Casi sentГ­ que acababa de llevarme a casa desde una primera cita, y este era ese extraГ±o momento en el que no estaba segura de si el chico iba a besarme. EstudiГ© su rostro, definitivamente estaba mirando mi boca.

Oh diablos, no. ВЎNo se permiten besos, amigo!

RГЎpidamente me apartГ©, por si acaso.

"Gracias, Fitz. Igualmente. Y gracias por acompaГ±arme de regreso".

"Por supuesto. No hay problema. Te verГ© despuГ©s".

"SГ­, tal vez". Me encogГ­ de hombros de manera no comprometida. Incapaz de mantener un real contacto visual, me di la vuelta y agitГ© mi mano sobre mi hombro. "Buenas noches, Fitz".




Конец ознакомительного фрагмента.


Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию (https://www.litres.ru/dakota-willink/jamas-tocada/) на ЛитРес.

Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.



Если текст книги отсутствует, перейдите по ссылке

Возможные причины отсутствия книги:
1. Книга снята с продаж по просьбе правообладателя
2. Книга ещё не поступила в продажу и пока недоступна для чтения

Навигация